🌿 Cuando algo dentro empieza a moverse

Hay momentos en los que nada ha cambiado por fuera…
pero dentro, todo se ha reordenado.

Vas por la vida como siempre,
mismos entornos, mismas voces, mismos ritmos…
pero hay algo que ya no encaja.

Y te preguntas:
¿Por qué, si todo parece bien, siento que ya no pertenezco del mismo modo?

No es rechazo.
No es cansancio.
Es otra cosa.

Es como si una parte de ti se hubiera adelantado en el camino
y ahora te esperara más adelante,
invitándote con suavidad a seguirla.

Y entonces lo sientes:
ya no vibras como antes.
Lo que antes te hacía reír, ahora te deja en silencio.
Lo que antes te llenaba, ahora te roza apenas.

No hay culpa en eso.
No hay error.
Solo evolución.

Y ahí aparece la gran duda:
¿Qué hago con este sentir que no sé explicar?
¿Es real, o estoy perdiendo algo?

La verdad es que no estás perdiendo nada.
Estás dejando espacio para algo nuevo.
Algo más alineado con quien eres ahora.

El alma tiene su propio lenguaje.
Y cuando empieza a hablarte, lo hace bajito.
Con señales suaves.
Con intuiciones que no se pueden explicar,
pero que se sienten con todo el cuerpo.

Y ahí empieza la alquimia:
Aprender a escucharte sin explicarte.
Aprender a respetarte sin necesitar que los demás comprendan.

No estás obligado a sostener lo que ya no te sostiene.
No estás aquí para forzar, ni para fingir.

Estás aquí para ser tú.
Y eso, a veces, significa cambiar de piel en silencio.

En ese proceso, la vida empieza a mostrarte nuevas luces.
Pequeños reflejos de inocencia.
Presencias que no dicen mucho, pero lo dicen todo.
Energías que te recuerdan que hay algo más allá del ruido:
la verdad desnuda, la conexión sin esfuerzo,
la paz de estar donde sí te respiras.

Si estás sintiendo esto,
si estás en esa fase en la que algo dentro empieza a moverse…
no estás solo.
Muchos estamos volviendo.
Volviendo a nosotros,
volviendo al alma,
volviendo a ese lugar sagrado donde ya no hay que aparentar nada.

Confía en tu silencio.
Confía en tu intuición.
Confía en esa nueva vibración que te está guiando con amor,
aunque aún no entiendas hacia dónde.

Tu alma ya lo sabe.

No es huida.
Es regreso.
Y el alma lo celebra.

— El Alquimista del Alma

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *